La pasta italiana es mucho más que un alimento: es cultura, historia y emoción servida en un plato. Desde las cocinas rurales de la Toscana hasta las trattorias familiares del sur, la pasta ha sido, y sigue siendo, el alma de la mesa italiana. Su diversidad es tan amplia como su arraigo: formas, rellenos, texturas y preparaciones que reflejan siglos de tradición y creatividad gastronómica.
En este recorrido, vamos a descubrir la historia de la pasta en Italia, sus variedades más emblemáticas, las diferencias clave entre la pasta fresca y la seca, así como los tipos de pasta fresca italiana que debes conocer (y probar).
Sigue leyendo y déjate llevar por un viaje sin billete, pero con mucho sabor.
Historia y orígenes de la pasta italiana
La pasta italiana es mucho más que un alimento: es una tradición que ha evolucionado durante siglos. Aunque suele atribuirse a los viajes de Marco Polo la introducción de la pasta en Europa, registros históricos demuestran que ya en tiempos de etruscos y romanos se consumían preparaciones similares a base de harina y agua.
Durante la Edad Media, la pasta se popularizó especialmente en el sur de Italia, gracias al uso de trigo duro y al clima favorable para su secado. A partir del siglo XVI, con el auge de la cocina renacentista, la pasta empezó a diversificarse y a formar parte de banquetes y recetarios.
A lo largo del tiempo, cada región fue creando sus propias formas y recetas, convirtiendo la pasta en uno de los pilares de la identidad gastronómica italiana.
La pasta en las regiones italianas
Italia no tiene una única forma de hacer pasta: cada región aporta su carácter, ingredientes y técnicas, convirtiéndola en un símbolo de identidad local.
Emilia-Romaña es la cuna de la pasta rellena. Aquí nacen los tortellini, ravioli o cappellacci, elaborados a mano con masa de harina y huevo, y rellenos sabrosos que suelen acompañarse de caldos o ragús tradicionales.
En Toscana, la pasta es más rústica. Los pici, una especie de espaguetis gruesos, se sirven con ingredientes sencillos como ajo, aceite de oliva o tomate, en recetas que evocan la esencia de la cocina campesina.
Campania, al sur, es tierra de lasañas, gnocchi y pastas que se mezclan con salsas de tomate, albahaca fresca o mariscos. Su cocina refleja la riqueza de la costa mediterránea y el arraigo familiar de sus recetas.
Clasificación de los tipos de pasta italiana
La pasta italiana se presenta en múltiples formas, tamaños y texturas. Esta variedad no es solo estética: cada tipo está pensado para combinarse con ingredientes específicos, según la tradición de cada región. Entre las más conocidas encontramos la pasta larga, la corta y la rellena.
Variedad de pastas largas
Las pastas largas son probablemente las más reconocidas y utilizadas en todo el mundo. Su forma alargada permite que las salsas se repartan bien en cada bocado, creando una experiencia equilibrada. Algunas de las más conocidas son:
- Espaguetis: Quizá el tipo de pasta más internacional. Finos y redondos, se adaptan bien a salsas clásicas como la boloñesa, la carbonara o incluso un simple ajo y aceite.
- Bucatini: Parecidos a los espaguetis, pero con un agujero central que atrapa la salsa por dentro. Típicos de Roma, son ideales para platos potentes como la amatriciana.
- Tagliatelle: Cintas planas y anchas que se enrollan bien con salsas densas como ragú de carne, setas o incluso trufa. Muy típicas del norte de Italia, especialmente Emilia-Romaña.
Pastas cortas y su versatilidad
Las pastas cortas son ideales para platos horneados, ensaladas templadas o recetas con salsas densas. Su forma permite que atrapen los sabores y aporten textura a cada bocado.
- Penne rigate: Tubos con estrías y extremos biselados. Son perfectos para platos al horno y recetas con salsas consistentes, ya que retienen muy bien el sabor.
- Macarrones: Otra variedad de tubo corto, muy popular en recetas gratinadas o con salsas cremosas como cuatro quesos o bechamel. También funcionan muy bien en platos fríos.
Diferentes tipos de pasta rellena
La pasta rellena es una joya de la tradición italiana. Cada pieza esconde en su interior una mezcla de sabores que varía según la región, el momento del año o la creatividad del cocinero.
- Ravioli y tortellini: Los ravioli, de forma cuadrada o rectangular, y los tortellini, con su característico anillo, son los más conocidos. Se pueden rellenar de carne, verduras o quesos y acompañar con salsas suaves que no opaquen su sabor.
- Rellenos tradicionales: Queso ricotta, espinacas, setas, calabaza o carne guisada son solo algunas de las combinaciones más populares. La clave está en el equilibrio entre masa fina y relleno sabroso.
Diferencias entre pasta fresca y pasta seca
Cuando hablamos de pasta italiana, hay una distinción que no podemos pasar por alto: la diferencia entre pasta fresca y pasta seca. Ambas tienen su lugar en la cocina, pero conocer sus particularidades puede marcar la diferencia en el resultado final de tus platos.
¿Cómo se prepara la pasta fresca artesanal y cuáles son sus ingredientes?
La pasta fresca artesanal se elabora con harina y huevo, lo que le aporta una textura suave y un sabor más intenso. En cambio, la pasta seca se prepara normalmente con sémola de trigo duro y agua, lo que le confiere una consistencia más firme y mayor durabilidad.
Otra diferencia clave está en la cocción: mientras que la pasta seca necesita entre 8 y 12 minutos, la pasta fresca está lista en solo 2 a 4 minutos. Ideal para quienes buscan recetas rápidas con un sabor auténtico.
¿Cómo conservar la pasta fresca?
A diferencia de la pasta seca, que puede almacenarse durante meses, la pasta fresca tiene una vida útil más corta. Se recomienda consumirla en pocos días o conservarla en el congelador para mantener su textura y sabor.
Por todo esto, la pasta fresca es perfecta para quienes valoran una cocción rápida, sabores delicados y la autenticidad de un producto artesanal.

5 tipos de pasta fresca italiana que debes conocer
La pasta fresca es un básico de la cocina italiana. Su textura suave, su cocción rápida y su capacidad para absorber salsas la convierten en una opción irresistible. A diferencia de la pasta seca, este tipo de pasta se elabora de forma artesanal con harina, agua y, en muchas recetas, huevo. El resultado es una pasta más delicada, que realza el sabor de los ingredientes que la acompañan.
Si visitas un obrador tradicional como PASTO, en el Mercado de Santa María de la Cabeza aquí tienes cinco variedades de pasta fresca que no puedes dejar de probar:
Pappardelle all’uovo
Cintas anchas y planas, ideales para acompañar ragús de carne, setas o boletus. También combinan de maravilla con la salsa amatriciana, una receta tradicional italiana a base de tomate, guanciale y pecorino que aporta intensidad y un punto picante. Su tamaño y textura convierten a los pappardelle en una opción perfecta para platos contundentes y llenos de carácter.

Cavatelli
Pequeños y curvados, con forma de conchita, los cavatelli destacan por su superficie rugosa, perfecta para atrapar salsas ligeras, como las de tomate o verduras.
En PASTO, nuestra tienda de pasta fresca del Mercado, puedes encontrarlos en versión de espinacas, que aporta un toque de color y sabor vegetal. Ideales para ensaladas templadas o platos con personalidad.
Cappellacci
Con forma de sombrero y origen en Emilia-Romaña, los cappellacci son una pasta rellena clásica, tradicionalmente preparada con calabaza o ricotta.
En PASTO los elaboramos con masa de espinacas y un relleno 100 % vegano de ricotta de almendra, tomate seco y albahaca. Su textura fina y su sabor equilibrado los hacen ideales para acompañar con mantequilla de salvia o salsas suaves que no opaquen el relleno.
Anolini Funghi e Piselli
Típicos del norte de Italia, especialmente de Emilia-Romaña, los anolini son una pasta rellena de forma semicircular que tradicionalmente se sirve en caldo.
En PASTO los preparamos en versión vegana, con un relleno sabroso de portobello, guisantes y romero, perfecto para acompañar con salsas ligeras que respeten su delicadeza y su sabor vegetal.
Sorrentinos
Originarios del sur de Italia y con gran tradición en Argentina, los sorrentinos son una pasta rellena de tamaño generoso, similar al ravioli pero más redonda y contundente.
En PASTO los elaboramos con un relleno clásico y reconfortante: ricotta, mozzarella y jamón cocido. Su textura los hace ideales para acompañar con una marinara casera o una crema de setas suave. Un auténtico plato de confort italiano.
¿Dónde comprar la mejor pasta fresca en Madrid?
Si te has quedado con ganas de probar alguno de estos tipos de pasta fresca, tenemos una buena noticia: en pleno barrio de Arganzuela ha abierto PASTO, un nuevo puesto en el Mercado de Santa María de la Cabeza especializado en pasta fresca artesanal con opción vegana.
Cada día elaboramos a mano pastas como los pappardelle all’uovo o los cavatelli de espinaca, además de una selección de pasta rellena que es puro confort italiano: cappellacci veganos con ricotta de almendra, tomate seco y albahaca; anolini con portobello, guisantes y romero; y sorrentinos con jamón cocido, mozzarella y ricotta.
Para completar la experiencia, también encontrarás nuestras salsas vegetales caseras, listas para llevar y disfrutar en casa, solo o en compañía: pesto de calabacín, marinara con tomate San Marzano, crema de setas al romero o mantequilla de salvia.
📍 Nos encontrarás en el puesto 46, con el toldo abierto, las manos en la masa y siempre una sonrisa (y una recomendación) que darte.
Si buscas el auténtico sabor de la pasta italiana, de esa que no necesita pasaporte ni vuelo a Italia, ven a conocernos.
En PASTO, cada plato lleva un pedacito de Emilia-Romaña: tradición, mimo y técnica en su punto justo.
🍝 ¡Te esperamos con pasta fresca, rellena, salsas caseras… y muchas ganas de conocerte!