El tomate es mucho más que un básico en la cocina mediterránea: es protagonista absoluto de recetas, platos frescos y conservas tradicionales. Su sabor, color y textura lo convierten en un ingrediente insustituible, especialmente cuando está en su mejor momento.
Existen distintas variedades de tomate, y cada una tiene sus propias características, usos y matices de sabor. En este post te contamos cuáles son las más interesantes, tanto por su valor culinario como nutricional, y cómo elegir el tipo de tomate adecuado según lo que vayas a cocinar.
¿Por qué el tomate es tan importante en nuestra cocina?
Presente en ensaladas, guisos, sofritos, salsas o platos fríos, el tomate es uno de los ingredientes más representativos de la cocina española y mediterránea. No solo aporta color y frescura, sino que es la base de elaboraciones tan tradicionales como el gazpacho, el salmorejo, el sofrito o el pan con tomate. Su versatilidad y sabor lo han convertido en un imprescindible en hogares, restaurantes y fruterías del mercados como el nuestro.
Pero su importancia va mucho más allá de la cocina. El tomate es la hortaliza más cultivada y consumida en el mundo, con una producción global de 186 millones de toneladas en 2022. En Europa, la producción supera los 6 millones de toneladas, siendo España uno de los principales productores, con alrededor de 4 millones de toneladas al año, destacando tanto en consumo como en industria .
A nivel nutricional, el tomate es un alimento ligero, hidratante y rico en antioxidantes como el licopeno, además de aportar vitaminas A y C. Es saludable, económico y fácil de incorporar a cualquier tipo de dieta.
Durante los meses de verano, el tomate alcanza su mejor versión. Es cuando más variedad, sabor y presencia tiene en la cocina diaria. Y no se trata solo de una cuestión de temporada: comer tomate en verano es cultura, memoria y sabor de verdad.
Comer tomate en verano no es solo una costumbre: es cultura, memoria y sabor de temporada.
Propiedades y beneficios del tomate
El tomate es uno de esos alimentos que lo tienen todo: sabor, versatilidad y un perfil nutricional envidiable. Su papel en la dieta mediterránea no es casualidad, sino resultado de siglos de tradición y beneficios demostrados para la salud.
Desde el punto de vista gastronómico, ofrece una enorme variedad de matices según la variedad. Y desde el punto de vista nutricional, es una fuente rica en vitaminas, antioxidantes y fibra, lo que lo convierte en un aliado indispensable en cualquier cocina equilibrada.
Sabor y textura
El sabor del tomate puede variar desde notas dulces y afrutadas hasta un punto ácido y fresco. Su textura también cambia según la variedad, y elegir bien en función del uso es clave para disfrutarlo al máximo. Estas son las tres principales tipologías según su textura:
Carnosos: Con más pulpa y menos agua. Son perfectos para comer crudos, en ensaladas o con un chorrito de aceite. Ejemplos: tomate rosa y corazón de buey. |
Jugosos: Debido a su alto contenido en agua, son muy frescos y de sabor equilibrado. Ideales para comer tal cual, en rodajas o bocadillos. Ejemplo: tomate de rama. |
Compactos: Menos agua, menos jugo y más densidad. Perfectos para salsas, conservas o gazpacho. Ejemplo: tomate de pera. |
Cada uno tiene su lugar en la cocina, pero saber distinguirlos marca la diferencia entre un plato correcto y uno memorable.
Beneficios nutricionales de los tomates
Además de su sabor y versatilidad, el tomate destaca por su valor nutricional. Es un alimento rico en vitaminas y antioxidantes, y su consumo habitual se asocia a una alimentación más saludable y equilibrada.
Entre sus propiedades más relevantes, destacan:
Alto contenido en antioxidantes (como el licopeno): ayuda a combatir los radicales libres, protege las células y contribuye a la salud cardiovascular. |
Rico en vitaminas A y C: esenciales para el sistema inmunológico, la piel y la vista. |
Bajo en calorías: ideal para quienes buscan mantener un peso saludable sin renunciar al sabor. |
Fuente de fibra: favorece la digestión, mejora el tránsito intestinal y aporta sensación de saciedad. |
Por todo ello, el tomate no solo es un ingrediente sabroso, sino también un aliado para cuidar el cuerpo desde dentro. Incluirlo a diario en la dieta es una decisión inteligente, sabrosa y saludable.
¿Qué nos dice el color de los tomates?
El color del tomate no es solo una cuestión estética: también nos da pistas sobre su sabor, acidez y contenido nutricional. Cada tonalidad refleja una variedad distinta, con matices propios tanto en la cocina como en el paladar.
🔴 Rojos: Son los más habituales y versátiles. Su intenso color se debe al licopeno, un potente antioxidante natural. Suelen tener un sabor equilibrado, ligeramente ácido. |
🟡 Amarillos: De sabor más suave y menos ácido, aportan dulzor y una nota visual muy atractiva. Ideales para ensaladas coloridas o platos donde se quiere suavizar el perfil del tomate. |
⚫ Negros o morados: Tienen un sabor más profundo, con notas terrosas y dulces. Son los preferidos por quienes buscan tomates con personalidad. Muy utilizados en cocina gourmet. |
La próxima vez que veas tomates de distintos colores en el mercado, míralos con otros ojos: cada uno tiene su función y puede darle un toque único a tus recetas.

Los 6 mejores tipos de tomate que puedes encontrar en el mercado
Si hablamos de tomates, hablamos de diversidad. Se estima que existen más de 10.000 variedades en todo el mundo, diferenciadas por su forma, color, tamaño, sabor y textura. Una riqueza que convierte al tomate en uno de los ingredientes más versátiles y apreciados de la cocina nacional e internacional.
En este apartado nos centraremos en las variedades que, por su sabor, popularidad y valor culinario, están consideradas entre las mejores. Y es que el verano es el momento perfecto para disfrutar del tomate en todo su esplendor: más variedad, más sabor y más presencia en el plato.
Cada tipo tiene sus propias cualidades y un lugar específico en la cocina.
Conocerlas no solo mejora tus recetas, también te permite aprovechar mejor lo que ofrece cada temporada.

1. Tomate rosa
El tomate rosa es una de las variedades más valoradas por los amantes del buen producto. Se distingue por su sabor dulce, bajo nivel de acidez y una textura carnosa y suave que lo convierte en un imprescindible en la cocina fresca de verano.
Su aspecto es inconfundible: piezas grandes, de forma ligeramente irregular, piel fina y un color que va del rosa pálido al rojo tenue. A menudo presenta pequeñas deformaciones naturales, señal de una maduración en planta y no en cámara.
Una de las variedades más conocidas es el tomate rosa de Barbastro, cultivado en la provincia de Huesca. Este tomate aragonés se ha ganado el respeto de chefs y consumidores por su sabor intenso y su calidad excepcional, convirtiéndose en un producto de referencia en mercados de proximidad y cocina gourmet.
A nivel culinario, es perfecto para consumir en crudo: en ensaladas, carpaccios vegetales o sobre una tostada con aceite de oliva virgen extra y escamas de sal. No necesita acompañamientos complejos: su sabor lo dice todo.
En lo nutricional, es un aliado de la salud: rico en agua, fibra, vitamina C y antioxidantes naturales, es un alimento ligero, saciante y con un perfil saludable ideal para cualquier dieta equilibrada.
☝️ Usos ideales: ensaladas, tostadas, carpaccios vegetales o simplemente cortado en rodajas gruesas como entrante. 📆 Temporada óptima: finales de primavera y verano (junio a septiembre). 💡 Consejo experto: busca los que desprenden aroma intenso y ceden ligeramente al tacto: es señal de madurez y sabor. |
2. Tomate de pera
El tomate de pera, también conocido como “tomate roma”, se distingue fácilmente por su forma alargada y ligeramente curvada, similar a una pequeña pera. Su piel es fina, su pulpa densa y contiene muy pocas semillas, lo que lo convierte en una de las variedades más valoradas para cocinar.
Gracias a su bajo contenido en agua, su sabor se concentra más, lo que lo hace ideal para preparar salsas, sofritos, conservas caseras o gazpachos. Al triturarse, ofrece una textura cremosa y uniforme, sin exceso de líquido, lo que permite resultados más intensos y estables.
Es una de las variedades más utilizadas en cocina profesional y doméstica, tanto por su versatilidad como por su fácil pelado. Además, resiste bien la cocción, lo que lo convierte en una excelente base para platos calientes y fríos.
☝️ Usos ideales: gazpacho, salmorejo, sofritos, salsas, tomate frito casero, conservas al vacío. 📆 Temporada óptima: de julio a septiembre, aunque puede encontrarse fuera de temporada en versiones de invernadero. 💡 Consejo experto: si vas a hacer salsa, escáldalo unos segundos en agua hirviendo para pelarlo fácilmente y aprovechar toda su pulpa. |
3. Tomate cherry
El tomate cherry es una de las variedades más reconocibles y versátiles. Su tamaño pequeño y redondeado, similar al de una cereza, lo hace perfecto para consumir entero, sin necesidad de cortar ni pelar. Tiene una piel fina, un interior jugoso y una alta concentración de azúcares naturales, lo que le aporta un sabor dulce y ligeramente ácido muy característico.
Aunque suele asociarse a ensaladas, su uso va mucho más allá: puede asarse, confitarse, añadirse a canapés o servirse como snack saludable. También funciona muy bien en recetas al horno, ya que su piel estalla ligeramente con el calor, intensificando aún más su sabor.
Los hay de diferentes colores: rojos, amarillos, negros; y su presencia aporta no solo sabor, sino también un toque visual atractivo a cualquier plato.
☝️ Usos ideales: ensaladas, canapés, brochetas, guarniciones, tartas saladas, asados. 📆 Temporada óptima: de junio a septiembre (aunque disponibles casi todo el año en invernadero). 💡 Consejo experto: si quieres potenciar su sabor, ásalos al horno con un chorrito de AOVE, sal y ajo. Funcionan como guarnición o base para pasta. |
4. Tomate de rama
El tomate de rama, también conocido como tomate en rama o en racimo, se caracteriza por crecer unido a su tallo, lo que le permite conservar mejor su frescura y aroma natural. Esta forma de recolección ayuda a que el fruto mantenga un mayor nivel de humedad y un sabor más persistente.
Tiene una piel fina pero resistente, carne firme y un sabor equilibrado, con un punto agridulce que lo hace muy versátil en la cocina del día a día. Su textura lo convierte en una excelente opción para cortar en rodajas, rallar o incluso asar entero.
Es uno de los tomates más comunes en los mercados por su buena conservación, su presentación vistosa y su sabor constante durante casi todo el año, especialmente cuando está en temporada.
☝️ Usos ideales: tostadas, bocadillos, ensaladas sencillas, guarniciones, asado al horno, rallado para pan con tomate. 📆 Temporada óptima: de primavera a principios de otoño (abril a septiembre). 💡 Consejo experto: cuanto más intenso sea su aroma al acercarte al racimo, más maduro y sabroso estará. |

5. Tomates rojos
Los tomates rojos son, sin duda, los más habituales en la cocina. Representan el estándar del tomate maduro, tanto por su aspecto como por su sabor equilibrado entre dulzor y acidez. Se cultivan en múltiples variedades (redondos, lisos, de rama, etc.), y su principal valor es la versatilidad: sirven prácticamente para todo.
Su color vibrante proviene del licopeno, un antioxidante natural que, además de proteger frente al estrés oxidativo, se potencia aún más con la cocción. Esta característica convierte al tomate rojo en un ingrediente excelente tanto en recetas crudas como cocinadas.
Son perfectos para ensaladas, salsas, sofritos, guisos, bases de pizza o cualquier plato que requiera un tomate de sabor neutro, fácil de manipular y con buena respuesta al calor.
☝️ Usos ideales: ensaladas, salsas caseras, salmorejo, sofritos, guisos, base de platos cocinados. 📆 Temporada óptima: verano (junio a septiembre), aunque están disponibles todo el año gracias a su cultivo extensivo. 💡 Consejo experto: si vas a usarlos para cocinar, elige ejemplares bien maduros; si son para ensalada, mejor con un punto más firme. |
6. Tomate Raf
El tomate Raf (cuyo nombre proviene de «Resistente A Fusarium», una enfermedad común en el cultivo) es una de las variedades más apreciadas por los paladares exigentes. Su forma es irregular, ligeramente achatada, con surcos marcados, y su color va del verde intenso con vetas oscuras al rojo más maduro a medida que avanza su punto óptimo.
Lo que realmente lo distingue es su sabor: muy dulce, con una acidez equilibrada que aporta profundidad y complejidad. Esta cualidad lo convierte en un tomate perfecto para consumir en crudo, donde puede brillar sin necesidad de acompañamientos fuertes.
El raf necesita condiciones muy específicas de cultivo: poca humedad, luz intensa y riego controlado, lo que hace que su producción sea limitada y su precio, más elevado que el de otras variedades. Por eso suele considerarse un tomate “gourmet”.
☝️ Usos ideales: ensaladas, carpaccios, entrantes crudos o acompañado simplemente de sal y aceite. 📆 Temporada óptima: aunque su cultivo tradicional es de invierno (octubre a marzo), puede encontrarse en verano gracias a producciones controladas, aunque con menor sabor. 💡 Consejo experto: no lo cocines. Para disfrutar todo su potencial, consúmelo crudo y a temperatura ambiente. |
Otros tipos de tomate: tomates híbridos y antiguos
Además de los tipos de tomate que hemos mencionado, no podemos olvidarnos de otras variedades que también tienen un papel destacado en la cocina. Estas se dividen principalmente en híbridos y antiguos, cada uno con características únicas que los hacen apreciados por distintos motivos.
Los híbridos han sido cruzados para obtener cualidades específicas como mayor resistencia, mejor conservación o un sabor más equilibrado. Por su parte, los tomates antiguos preservan sabores más intensos y formas menos uniformes, propias de cultivos tradicionales que han sobrevivido generación tras generación.
Variedades de tomates híbridos
Los tomates híbridos son el resultado de cruces agrícolas que buscan mejorar la productividad, el aspecto estético o la durabilidad del fruto. Aunque durante años se consideraron menos sabrosos, algunas variedades recientes han logrado un buen equilibrio entre sabor y resistencia.
- Tomate híbrido Beefsteak: conocido por su gran tamaño, carne abundante y textura densa. Muy utilizado en hamburguesas y bocadillos.
- Tomate San Marzano: de forma alargada y con muy pocas semillas. Su sabor concentrado lo convierte en la variedad ideal para salsas, conservas y cocina italiana.
- Tomate Early Girl: pequeño, de maduración temprana y sabor dulce. Muy valorado en huertos domésticos.
- Tomate Kumato: variedad registrada de piel oscura (marrón verdosa), sabor dulce con notas terrosas y buena conservación. Ideal para ensaladas con contraste.
- Tomate Monterosa: híbrido de diseño desarrollado en Cataluña, cruce entre tomate rosa y raf. Muy jugoso, aromático y atractivo a la vista. Ideal para platos fríos o presentación gourmet.
Variedades de tomates antiguos
Los tomates antiguos, también conocidos como heirloom, no han sido modificados genéticamente ni cruzados de forma comercial. Conservan un carácter auténtico, sabores más intensos y una estética menos uniforme, lo que los convierte en los favoritos de quienes buscan el sabor del tomate “de antes”.
- Cherokee Purple: variedad originaria de EE. UU., con piel morada y sabor profundo, casi afrutado. Ideal para ensaladas o para destacar en platos sencillos. Fue elegido tomate del año 2023
- Brandywine: uno de los heirloom más conocidos. Gran tamaño, textura suave y sabor agridulce. Perfecto para consumir en crudo.
- Piel de Doncella: variedad tradicional cultivada en algunas zonas rurales de España. De forma irregular y sabor robusto, excelente para cocina de autor.
- Corazón de Buey: considerado un clásico entre los tomates tradicionales. De gran tamaño, muy carnoso, con escasas semillas y sabor dulce. Ideal para cortar en rodajas gruesas, carpaccios vegetales o presentaciones sencillas donde el tomate sea el protagonista.
Usos culinarios del tomate: elige el tipo de tomate perfecto para cada receta
El tomate es un ingrediente fundamental en la cocina mediterránea y su versatilidad lo convierte en la base de muchísimas recetas. Cada variedad tiene un perfil diferente de sabor, textura y jugosidad, lo que hace que algunas sean más adecuadas para platos fríos, otras para cocciones, y otras para triturados o conservas.
A continuación, te mostramos qué tipo de tomate utilizar según el plato que vayas a preparar.
Tomate rosa para ensaladas frescas
El tomate rosa es perfecto para ensaladas por su carne carnosa y jugosa, su dulzor suave y su baja acidez. Córtalo en rodajas gruesas o en cubos y combínalo con ingredientes frescos como ventresca, cebolla roja o brotes verdes. Su sabor es tan delicado que no necesita más que un buen aceite de oliva y una pizca de sal.
Tomate cherry en canapés y aperitivos
Pequeño, colorido y con un sabor dulce concentrado, el tomate cherry es ideal para recetas de bocado. Funciona muy bien en canapés, brochetas frías, tostas o como topping sobre quesos frescos, hummus o cremas untables. También puedes asarlos ligeramente al horno para potenciar aún más su dulzor.
Tomate de pera para gazpacho y salsas
El tomate de pera es el favorito para gazpacho, salmorejo o salsas caseras. Tiene una pulpa densa, pocas semillas y un sabor equilibrado, lo que permite obtener una textura suave y cremosa al triturarlo. Además, su piel fina se pela con facilidad si lo escalas previamente.
Tomates rojos para salmorejo tradicional
El tomate rojo, bien maduro, es la base clásica del salmorejo cordobés. Su sabor ligeramente dulce y su textura homogénea dan como resultado una crema espesa, sabrosa y bien equilibrada. Cuanto más maduro esté el tomate, más intensa será la preparación.
Otros usos culinarios del tomate
- Tomate de rama: ideal para asar o cocinar al horno, ya que su piel resiste bien el calor y su sabor agridulce se intensifica.
- Tomate Raf: perfecto para consumir en crudo, como entrante con sal y aceite. Su dulzor y su textura carnosa lo hacen destacar sin necesitar acompañamientos.
- Tomates en guisos: cualquier variedad con buena carne, como el rojo maduro o el rosa, puede usarse para enriquecer estofados, platos de cuchara y fondos de cocina.

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