La calabaza es un plato popular en la gastronomía de otoño. Este ingrediente versátil se utiliza en numerosas recetas, desde guarniciones hasta postres. Su sabor dulce y textura cremosa la convierten en una opción saludable. Además, aporta múltiples beneficios nutricionales que la hacen ideal para incluir en la dieta diaria.
En este artículo repasaremos brevemente su historia, sus beneficios para la salud y sus múltiples usos culinarios. Y, como broche final, Rubén —el alma detrás del puesto de cocina vegana del Mercado de Santa María de la Cabeza— compartirá contigo su enfoque personal y una receta que se ha ganado el corazón de quienes buscan sabor, equilibrio y frescura en cada bocado.
1. Historia y origen de la calabaza
La calabaza, con sus diversas formas y tamaños, es un alimento vinculado a la historia de la humanidad desde tiempos remotos.
Las primeras evidencias del cultivo de calabaza se remontan a más de 7.500 años en América Central y del Sur. Antiguas civilizaciones, como los pueblos indígenas de México, domesticaron estas hortalizas, convirtiéndolas en un alimento básico. Desde estas regiones, la calabaza se expandió al resto del continente americano y, eventualmente, hacia Europa tras la llegada de los exploradores en el siglo XVI.
Con el intercambio colombino, la calabaza comenzó a introducirse en las dietas de varios países europeos. En España, su cultivo se consolidó en el siglo XVII, como parte de la agricultura y la gastronomía local. Se cultivaron diferentes variedades, adaptándose al clima y a las costumbres culinarias de cada región.
1.1. La calabaza en la cultura gastronómica
A lo largo de la historia, la calabaza ha ocupado un lugar importante en la gastronomía de muchas culturas. En Europa, es común que se utilice en platos salados y dulces. En la cultura española, se asocia el uso de la calabaza con recetas tradicionales durante el otoño y el invierno, cuando su sabor y textura son más apreciados.
En la cocina mediterránea, la calabaza se emplea en guisos, sopas y purés, así como un ingrediente fundamental en diversas preparaciones.
En América, la calabaza está presente en comidas típicas de varias festividades, como el Día de Acción de Gracias, donde se celebra con pasteles de calabaza.
Las tradiciones culinarias han llevado a experimentar con este ingrediente, creando platos que resaltan su versatilidad, desde las cremas hasta los postres.
La calabaza ha sido más que un alimento; ha simbolizado la abundancia y la prosperidad en varias culturas. Su adaptación a diferentes climas y su capacidad de ser almacenada durante largos periodos la han convertido en una opción preferida en muchas mesas alrededor del mundo.
2. Propiedades nutricionales de la calabaza
La calabaza es un alimento que no solo destaca por su sabor, sino también por su excepcional perfil nutricional. Su consumo ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, gracias a su riqueza en vitaminas, minerales y fibra.
2.1. Contenido en vitaminas y minerales
Este apetitoso vegetal es una fuente natural de nutrientes esenciales. Entre sus componentes más destacados se encuentran:
- Vitamina A: En forma de beta-caroteno, contribuye a la salud visual y al mantenimiento de la piel.
- Vitamina C: Actúa como un potente antioxidante, fortaleciendo el sistema inmunológico y apoyando la salud de los tejidos.
- Vitaminas del complejo B: Incluyendo B6 y ácido fólico, que son importantes para la función cerebral y el metabolismo celular.
- Minerales: La calabaza es rica en potasio, magnesio y calcio, que ayudan en diversas funciones corporales, como la regulación de la presión arterial y el fortalecimiento óseo.
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3. Beneficios para la salud
El consumo regular de calabaza puede contribuir a una mejor salud general. A continuación, se describen algunos de sus importantes beneficios:
3.1. Mejora de la visión
La elevada cantidad de vitamina A en la calabaza beneficia la visión, especialmente en condiciones de poca luz. Este nutriente ayuda a prevenir problemas oculares como la degeneración macular, promoviendo una visión más nítida y saludable.
3.2. Estimulo del sistema inmunológico
Gracias a su contenido en vitamina C y otros antioxidantes, la calabaza refuerza las defensas naturales del organismo. Un sistema inmunológico fuerte es crucial para combatir infecciones y enfermedades, lo que convierte a este alimento en un aliado durante las estaciones frías.
3.3. Contribución a una buena digestión
La calabaza es rica en fibra, lo que favorece la salud digestiva. Esta sustancia ayuda a regular el tránsito intestinal, evitando problemas como el estreñimiento. Además, la fibra contribuye a mantener una sensación de saciedad, siendo útil en dietas para controlar el peso.
4. Variedades de calabaza y su uso en la cocina
Las variedades de calabaza son numerosas y cada una aporta características propias que amplían su versatilidad en la cocina. A continuación, se describen algunas de las variedades más populares y sus aplicaciones culinarias.
4.1. Calabaza Butternut
Entre las variedades más apreciadas, la calabaza Butternut destaca por su forma alargada y su piel suave de color beige. Su pulpa es de un intenso color naranja y posee un sabor dulce, que la convierte en un ingrediente ideal para numerosas preparaciones. Se recomienda utilizarla en purés, sopas y asado.
El valor nutricional de la calabaza Butternut es notable, ya que contiene abundantes vitaminas y minerales, lo que la hace una opción saludable para cualquier comida.
4.2. Otras variedades populares
Existen varias variedades de calabaza en el mercado, cada una con sus propias características que las hacen adecuadas para diferentes usos culinarios:
- Calabaza cacahuete: Similar a la Butternut, con un sabor igualmente dulce. Es ideal para hacer salsas y repostería.
- Zapallo italiano: Su textura más suave y menos dulce la hace perfecta para guisos y platos salados.
- Calabaza de invierno: Con una piel más dura, se puede almacenar durante largo tiempo. Ideal para asar o incluir en guisos robustos.
- Calabaza negra: A menudo utilizada en la cocina tradicional, especialmente en sopas y purés, aportando un sabor único y terroso.
Las diferentes variedades de calabaza permiten jugar con sabores y texturas en la cocina, adaptándose a las preferencias de cada receta. Este da lugar a platos que no solamente son visualmente atractivos, sino también nutritivos y sabrosos. La riqueza de la calabaza ofrece oportunidades para innovar en la gastronomía local.
5. Cómo preparar una buena calabaza asada sin morir en el intento
5.1. Calabaza asada en el horno
Para empezar, es esencial seleccionar una calabaza fresca y firme. Una vez elegida, se debe lavar a fondo para eliminar cualquier suciedad.
El siguiente paso consiste en cortar la calabaza. Se recomienda cortarla por la mitad en sentido longitudinal y retirar las semillas con una cuchara. Posteriormente, se pueden cortar rodajas de aproximadamente 1.5 a 2 centímetros de grosor o utilizar mitades para asar.
Precalentar el horno es fundamental. La temperatura ideal oscila entre 180 y 200 ºC. Colocar las rodajas o mitades en una bandeja para horno previamente forrada con papel vegetal es una opción práctica para facilitar la limpieza.
Una vez organizadas, se deben rociar con aceite de oliva, asegurando una distribución uniforme. Con un poco de sal y pimienta al gusto, se proceden a mezclar bien para que todos los trozos estén sazonados.
El proceso de asado suele tardar entre 30 y 40 minutos, dependiendo del grosor de los cortes. Es conveniente comprobar la cocción pinchando con un tenedor; la calabaza debe estar tierna y dorada.
5.2. Calabaza asada en freidora de aire (airfryer)
La freidora de aire se ha popularizado por ofrecer un método rápido y eficiente para asar la calabaza, conservando su sabor y textura.
Una de las principales ventajas de utilizar la freidora de aire es su rapidez. Este aparato permite cocinar en menos tiempo en comparación con el horno, manteniendo un resultado delicioso. Además, utiliza menos aceite, lo que la convierte en una opción más ligera.
Para este método, el primer paso es preparar la calabaza de la misma manera que se haría para el horno. Las rodajas o mitades deben ser sazonadas con aceite, sal y especias, si se desea.
Colocar la calabaza en la cesta de la freidora de aire y ajustar la temperatura a 190 ºC. El tiempo de cocción variará entre 15 y 25 minutos, dependiendo del grosor de los cortes. Es recomendable agitar la cesta a mitad de cocción para asegurar que todos los lados se doren de manera uniforme.
6. Cómo elegir y conservar la calabaza
Seleccionar y conservar adecuadamente la calabaza es fundamental para disfrutar de su sabor y propiedades nutritivas por más tiempo.
A continuación, se detallan algunos consejos prácticos a tener en cuenta.
6.1. Cómo seleccionar una buena calabaza
A la hora de elegir una calabaza en el mercado, hay varios aspectos que debemos considerar para asegurarse de que se adquirirá un producto fresco y de calidad”.
- Color: La calabaza debe tener un color vibrante, preferiblemente en tonos naranjas brillantes. Una coloración uniforme indica que está en su punto óptimo de maduración.
- Superficie: Es importante que la piel esté firme y libre de manchas o golpes. Una calabaza con imperfecciones puede indicar que no está en buen estado.
- Peso: La calabaza debe sentirse pesada al tacto. Esto es un indicativo de que tiene buena cantidad de pulpa en su interior.
- Variedad: Familiarizarse con las distintas variedades puede ayudar a elegir la que mejor se adapta a la receta o al uso deseado.
6.2. Almacenamiento y conservación
Una vez adquirida la calabaza, es esencial almacenarla correctamente para prolongar su frescura. La calabaza entera puede mantenerse en condiciones óptimas si se siguen ciertos procedimientos.
En la nevera. Cuando se ha cortado la calabaza, se debe envolver bien en film transparente o almacenarla en un recipiente hermético. Esto ayudará a mantener su humedad y a evitar que se deterioren sus cualidades. En este caso, es recomendable consumirla en un plazo de cinco días.
Congelación adecuada. Para conservar la calabaza por un periodo más extenso, la congelación es una excelente opción. Para ello, debemos seguir una serie de procesos:
- Preparación: Cocer ligeramente la calabaza antes de congelarla. Esto permite que mantenga su textura y sabor.
- Porcionado: Cortar la calabaza en porciones individuales facilita su uso posterior. Es recomendable etiquetar los envases con la fecha.
- Duración: En el congelador, la calabaza puede conservarse durante un máximo de tres meses sin perder sus propiedades nutricionales.
7. La propuesta de Planteamientos: Receta de Calabaza asada con salsa verde y yogur
Rubén, el corazón que da vida al puesto de cocina vegana Planteamientos en el Mercado de Santa María de la Cabeza, nos presenta uno de sus platos estrella: la ensalada de calabaza asada con salsa verde y yogur vegetal. Una receta que triunfa entre quienes buscan sabores intensos, frescos y equilibrados.
La base es sencilla, pero el resultado es todo menos común: calabaza asada combinada con una salsa aromática a base de cilantro, perejil, clavo, cardamomo, comino, granos de cilantro, limón, chile, ajo y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. El toque final lo pone el yogur de soja, que aporta cremosidad y suaviza el conjunto, realzando los matices especiados sin enmascararlos.
Una combinación vibrante, llena de contrastes y pensada al detalle.
Quien la prueba, vuelve y repite.

8. Dónde comer la mejor calabaza asada en Arganzuela
Si estás buscando dónde comer un plato con calabaza asada, en Planteamientos, el establecimiento vegano del Mercado de Santa María de la Cabeza en Arganzuela, encontrarás mucho más que una ensalada: descubrirás un plato lleno de matices, historia y consciencia gastronómica.
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Porque en Planteamientos, la cocina es una forma de pensar el mundo.