La fresa es un fruto popular y muy apreciado en la gastronomía. Este alimento, conocido por su sabor dulce y su color vibrante, se consume de manera fresca, en postres y como ingrediente en diferentes recetas. Además de su versatilidad en la cocina, la fresa es un producto de temporada en España. Su cultivo y recolección se concentran en los meses más cálidos, ofreciendo una excelente oportunidad para disfrutar de sus múltiples beneficios nutricionales.
1. Origen de las fresas y su cultivo
El cultivo de la fresa tiene una rica historia que refleja su importancia en la agricultura y la gastronomía. Este fruto ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo de los años, convirtiéndose en un alimento esencial en muchas culturas.
1.1. Historia de la fresa
La fresa ha sido cultivada desde la antigüedad, con evidencia de su consumo en civilizaciones como la romana y la griega. Sin embargo, el desarrollo de las fresas modernas comenzó en el siglo XVIII. En ese período, dos especies, la fresa silvestre europea y la fresa chilena, fueron cruzadas. Este cruce fue fundamental para el surgimiento de nuevas variedades que respondían mejor a las demandas del mercado. La fresa se popularizó en Europa y Norteamérica, convirtiéndose en un símbolo de delicioso y saludable alimento.
1.2. Métodos de cultivo
El cultivo de fresas puede llevarse a cabo mediante diferentes técnicas, que permiten optimizar la producción y adaptarse a diversas condiciones climáticas y de suelo.
- Plasticultura. Este método implica el uso de plásticos para cubrir el suelo, lo que ayuda a controlar las malas hierbas y mantener la humedad. La plasticultura ha revolucionado el cultivo de fresas, permitiendo cosechas más tempranas y de mejor calidad.
- Sistema Perenne. En este enfoque tradicional, las mismas plantas se mantienen durante varios años, permitiendo que se desarrollen estolones y nuevas raíces sin necesidad de replantar cada temporada. Este sistema es más sostenible a largo plazo y requiere menor inversión anual.
2. Tipos y variedades de fresas más comunes
Existen diferentes especies de fresa, cada una con características particulares que las hacen únicas. Las variedades más cultivadas incluyen:
2.1. Fragaria × ananassa
Conocida como el fresón o frutilla, esta variedad es la más cultivada a nivel comercial. Sus frutos son grandes, carnosos y poseen un sabor dulce, lo que la ha convertido en la favorita en mercados y restaurantes.
2.2. Fragaria vesca
La fresa silvestre es pequeña y tiene un intenso sabor y aroma. Aunque no se cultiva de manera intensiva, su popularidad se debe a su delicadeza y a su uso en productos gourmet.
2.3. Fragaria chiloensis
También conocida como frutilla chilena o frutilla blanca.
Esta especie, originaria de Chile, es conocida por sus frutos de gran tamaño y su resistencia al clima. A menudo se utiliza en programas de mejora genética para desarrollar variedades más robustas de fresas cultivadas.

3. Temporada y consumo de la fresa
La fresa cuenta con una temporada definida que la hace aún más deseada. Su consumo se adapta a diferentes formas, lo que proporciona un abanico de opciones gastronómicas.
3.1. Temporada de la fresa en España
El cultivo de fresas en España se lleva a cabo principalmente en las regiones más cálidas, como Huelva, donde el clima favorece su desarrollo. La temporada comienza a finales de invierno y se extiende hasta principios de verano, con un pico en la producción entre abril y junio, es decir, tiene una duración en torno a 3 y 6 meses aproximadamente. Durante estos meses, los mercados se llenan de fresas frescas, y su sabor dulce es inigualable.
La recolección se realiza a mano, garantizando que solo los frutos maduros sean seleccionados. Esto no solo favorece la calidad del producto, sino que también es una práctica que contribuye a la sostenibilidad del cultivo. Consumir fresas en su temporada garantiza frescura y un sabor óptimo.
3.2. Formas comunes de consumo de la fresa
Este fruto se puede disfrutar de múltiples maneras, lo que contribuye a su popularidad. Desde la forma más sencilla, como fresco, hasta elaboraciones más sofisticadas, las posibilidades son variadas. A continuación, se presentan algunas de las formas más comunes de disfrutar de la fresa.
Fresas frescas
Las fresas frescas son ideales para degustar directamente, ya que su jugosidad resalta su dulzura natural. Se pueden servir solas o ser parte de ensaladas de frutas, donde su color vibrante aporta un toque visual atractivo. Su versatilidad permite que también se utilicen en desayunos, como acompañamiento en yogures o batidos, ofreciendo a la vez un sabor delicioso y nutrientes esenciales.
Fresa con chocolate
Otro modo popular de consumir fresas es combinándolas con chocolate. Esta mezcla se ha convertido en un clásico en diversas celebraciones y eventos. Las fresas se sumergen en chocolate derretido, creando un contraste de sabores que es altamente apreciado. Esta preparación es especialmente apreciada en ocasiones como San Valentín o en fiestas de cumpleaños, donde su presentación en bandejas da un toque especial.
Mermeladas de fresa caseras
La elaboración de mermeladas caseras con fresas es una excelente forma de conservar su sabor. Este proceso permite disfrutar del delicioso gusto de las fresas durante todo el año. Hacer mermelada es sencillo y se puede personalizar, añadiendo ingredientes como azúcar, limón o incluso combinando con otras frutas. Las mermeladas son perfectas para untar en tostadas, rellenar pasteles o como salsa en postres variados.
4. Propiedades nutricionales de las fresas
Las fresas son una fruta que ofrece una variedad de beneficios para la salud y cuenta con un perfil nutricional que lo convierte en un excelente aliado en una alimentación equilibrada. Son una excelente fuente de antioxidantes, vitamina C,fibra y minerales como el potasio y el hierro.
4.1. Propiedades y valor nutricional de las fresas
Las fresas no solo destacan por su sabor y frescura, sino también por su extraordinario valor nutricional. Son una opción atractiva para quienes buscan mantener una dieta baja en calorías mientras disfrutan de sabores deliciosos. Con su bajo contenido calórico, son perfectas para incluir en diversas recetas y planes alimentarios.
Incorporarlas en la alimentación diaria puede aportar múltiples beneficios para la salud, gracias a su perfil rico en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.
El valor nutricional de las fresas se complementa con una rica concentración de vitaminas y minerales. Este fruto es especialmente rico en:
Vitamina C
Las fresas son una gran fuente de vitamina C. La vitamina C es un antioxidante fundamental para fortalecer el sistema inmunológico, mejora la salud de la piel y favorece la absorción del hierro presente en otros alimentos y potenciar la absorción de hierro. Esta combinación ayuda a prevenir la anemia y mantener altos niveles de energía. Además en el embarazo, esta vitamina apoya el desarrollo del sistema óseo y la dentadura del bebe.
Fuente natural de potasio
El potasio ayuda a regular la presión arterial y contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular, ayudando a prevenir cansancio.
Altas en antioxidantes
Incluyendo antocianinas y ácido elágico, que desempeñan un papel crucial en la protección celular. Ayudan a combatir el estrés oxidativo y el daño celular, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
Aporte de ácido fólico
El ácido fólico (vitamina B9) es esencial para la regeneración celular y esencial durante el embarazo, ya que interviene en el desarrollo del sistema nervioso del bebé.
Ricas en fibra dietética
La fibra presente en las fresas favorece el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y ayuda a mantener estables los niveles de glucosa y colesterol en sangre, y contribuye a una mejor digestión. Además, una dieta rica en fibra se asocia con una menor incidencia de enfermedades digestivas y metabólicas.
Minerales esenciales
Las fresas contienen potasio, hierro, magnesio, fósforo y calcio, minerales clave para el funcionamiento muscular, la salud ósea y el equilibrio del organismo.
Propiedades antiinflamatorias
Gracias a sus compuestos bioactivos, ayudan a reducir la inflamación del cuerpo, siendo aliadas naturales frente a molestias articulares y otras afecciones inflamatorias.
Regula la presión arterial
El potasio presente en las fresas contribuye al control de la presión arterial, favoreciendo la salud del corazón.
4.2. Calorías de la fresa
En términos de calorías, cada 100 gramos de fresas proporciona aproximadamente 32 calorías. Esta cifra varía ligeramente según la variedad y el modo de preparación. La composición mayoritaria de este fruto es agua, lo que contribuye a su bajo aporte energético y su capacidad para mantenernos hidratados.
Por tanto, las fresas son una opción saludable para añadir a la dieta debido a su bajo contenido calórico.
5. Principales beneficios de las fresas para la salud
El consumo regular de fresas no solo deleita el paladar, sino que también aporta una serie de beneficios para la salud general que son ampliamente reconocidos.
5.1. Ayudan a la salud cardiovascular
La inclusión de fresas en la dieta se asocia con la mejora de la salud cardiovascular. El potasio y los antioxidantes presentes en ellas ayudan a reducir la inflamación y el colesterol LDL. Esto minimiza el riesgo de enfermedades del corazón. Estudios han demostrado que las fresas pueden contribuir a la reducción de la presión arterial y mejorar la función endotelial, factores clave para mantener el corazón saludable.
5.2. Los antioxidantes de las fresas ayudan al bienestar general
La presencia de antioxidantes en las fresas juega un papel importante en la defensa del organismo frente al estrés oxidativo, que es un factor de riesgo en el desarrollo de diversas enfermedades crónicas. Su consumo regular se ha asociado con:
- Reducción del riesgo de enfermedades degenerativas: como diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
- Mejoramiento de la salud mental: se ha observado que compuestos como el ácido elágico pueden tener efectos positivos sobre la memoria y la función cognitiva.
5.3. Beneficios para la piel
El consumo de fresas puede contribuir a mantener la piel saludable gracias a su alto contenido en vitamina C y antioxidantes. Además tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que todavía son más beneficiosas para cuidar nuestra piel.
6. Encuentra tus fresas de temporada en el Mercado de Santa María de la Cabeza
En el Mercado de Santa María de la Cabeza, contamos con numerosos puestos de frutas donde podrás encontrar una selección de las mejores fresas y otros productos de temporada durante todo el año:
- Puesto 19-21. Planta Baja – Es de Raiz
- Puesto 81. Planta Baja – El Rincón del Asturiano
- Puesto 128-130. Planta Baja – Frutería Wilson & Jorge
- Puesto 144. Planta Alta – Frutería El Rincon
- Puesto 145. Planta Alta – Frutería Manolo y Angelines
- Puesto 154. Planta Alta – Frutería La Caprichosa
- Puesto 155. Planta Alta – Fruteria Julio Martín
Todos ellos ponen a tu disposición el mejor producto fresco, sabor de temporada y la atención de siempre.
Ven al mercado y llévate las mejores fresas del barrio. ¡Están en su mejor momento!
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7. Preguntas frecuentes sobre las fresas y su uso
7.1. ¿Cuáles son las fresas blancas?
La fresa blanca, también conocida como Pineberry, es una fruta exótica cuyo origen se encuentra en Chile. Lo que la hace tan especial es su sabor, que recuerda a una combinación entre fresa y piña. A pesar de lo que podría parecer, este peculiar sabor no es fruto de un injerto ni de un cruce artificial entre frutas, sino de su composición genética. Su color blanco se debe a una deficiencia en los compuestos responsables de la pigmentación roja típica de las fresas convencionales. En realidad, la pineberry es el resultado de un cruce natural entre dos especies americanas: Fragaria virginiana (procedente de América del Norte) y Fragaria chiloensis (originaria de la costa chilena).
7.2. ¿Las embarazadas pueden comer fresas?
Sí, las embarazadas pueden y, de hecho, deberían consumir fresas como parte de una alimentación equilibrada durante el embarazo. Esta fruta no solo es segura, sino que también ofrece múltiples beneficios nutricionales que resultan especialmente valiosos en esta etapa.
Las fresas son ricas en vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico y mejora la absorción de hierro, ayudando a prevenir la anemia, un problema común durante el embarazo. Además, contienen ácido fólico (vitamina B9), fundamental para el correcto desarrollo del sistema nervioso del bebé, especialmente en las primeras semanas de gestación.
Su contenido en fibra contribuye a mejorar el tránsito intestinal y a aliviar el estreñimiento, una molestia frecuente en el embarazo. También aportan antioxidantes naturales y tienen propiedades antiinflamatorias, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y protegen las células tanto de la madre como del feto.
Eso sí, como con cualquier fruta, se recomienda lavarlas muy bien antes de consumirlas, especialmente si se van a comer crudas, para evitar el riesgo de infecciones como la toxoplasmosis en caso de que no se tenga inmunidad.